miércoles, 20 de agosto de 2014

El Mundo Ilusorio de los Grises

En el A Todo o Nada diario, a veces, nos aparecen algunos Grises que equilibran la puja de fuerzas que es caminar por una ciudad que no conoce matices. El Gris es un color de fusión de claros y de oscuros. El Gris es matiz. El Gris se esfuma en la intensidad del Negro y en la Paz del Blanco.

Pero qué hay del Gris de la Ilusión? Ese Gris de eso que no es nada, pero quisiéramos que fuera todo. Cuando los hechos nos dicen que eso no es ni será: aceptarlo suponer abandonar el camino que, bien sabemos, lleva a ningún lugar. ¿Blanco? ¿Negro? A veces el Gris es una opción también, porque no es ni uno ni el otro, es idilio, es ilusión, es potencial, es subjuntivo, es nada con posibilidades de ser todo... es lo que puede ser. Es ese pequeño espacio de ventana abierta por donde entra la brisa del "quizás" a intentar encender las cenizas de lo que ya se estaba apagando. 

No quiero ser tan Práctico, porque termino, al final, "des-afectivizando" el tan poético mundo de lo platónico... que inspira canciones, novelas, poemas, cuentos y nuestra historia personal de lo que no fue, pero de haberlo sido hubiese sido todo. 

Entonces... ¿Gris?... Hacé lo que quieras... pero el Gris es, al final, perverso. O al menos alimenta mi propia perversión de meterme en el circulo vicioso de la ilusión, donde giro y giro sobre lo que no es, pero de serlo sería todo. ¿Lo sería? No se sabe, y eso es lo adrenalínico.  Que de serlo, quizás, sería aburrido a las dos semanas. Pero al no serlo, permite enarbolar miles de hipótesis que de seguro son más excitantes que el blanco... o menos dolorosas que el negro.

No es culpa de nadie que me lastimen los Grises. Pero, en algunas cosas, la dualidad del blanco/negro permite elegir. Y elegir es ejercer la propia libertad. Al elegir somos libres. En los hechos somos libres. En lo real somos libres. En los Grises... flotamos sobre la nada. 

escapate cuando quieras, pero volvé


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